Anunciante: National Geographic
Agencia: Net Frontier Marketing
Director creativo: Alex Goad
Podrán encontrar entre una y mil definiciones de publicidad de guerrilla dependiendo del empeño que pongan en su búsqueda y del interés que esta palabra suscite en sus cabezas. Definiciones hay tantas como quieran y de tantas formas como busquen. Lo más normal es ir a la Wikipedia vía Google o, en este caso, a la Wiki Publicitaria (vía Google también, obviedades que no falten) y leer definiciones que nos llevarán dos minutos desentrañar y tan solo uno, olvidar. En mi caso, prefiero una definición bastante menos ortodoxa y seguramente, poco compartida, pero yo diría que la publicidad de guerrilla es aquella que nos quita las legañas de los ojos incluso cuando no es de día.
Podrán encontrar entre una y mil definiciones de publicidad de guerrilla dependiendo del empeño que pongan en su búsqueda y del interés que esta palabra suscite en sus cabezas. Definiciones hay tantas como quieran y de tantas formas como busquen. Lo más normal es ir a la Wikipedia vía Google o, en este caso, a la Wiki Publicitaria (vía Google también, obviedades que no falten) y leer definiciones que nos llevarán dos minutos desentrañar y tan solo uno, olvidar. En mi caso, prefiero una definición bastante menos ortodoxa y seguramente, poco compartida, pero yo diría que la publicidad de guerrilla es aquella que nos quita las legañas de los ojos incluso cuando no es de día.
Vivimos de movimientos automáticos. Nos levantamos, dejamos sonar la alarma unas siete veces, nos tomamos el café, vamos a las mismas paradas, pasamos por las mismas estaciones, observamos los mismos escaparates con esa cámara de fotos que siempre pensamos en comprarnos pero que nunca lo hacemos, nos paramos en los mismos semáforos maldiciendo que otra vez nos ha tocado en rojo, saludamos a la camarera del bar de la esquina que sale a esa hora a fumarse un cigarro... Nos componemos de movimientos casi idénticos que parecen hacer de nuestros días una composición artística de Warhol en la que aparece siempre la misma foto.
Sin embargo, un día esperamos en la marquesina del autobús a las ocho y media de la mañana para ir al trabajo. A nuestro lado está el chico que siempre se baja dos paradas antes que nosotros. Todo parece ser normal, el reloj del mupi está roto para no variar y marca las siete y media de la tarde. Es inevitable pensar que ojalá fuese esa hora. Como es martes, estará de turno el conductor bajito y calvo que siempre saluda con un “qué tenga usted un buen día”. Bostezamos, sabemos que nos espera un duro día de trabajo, el jefe no está muy contento con el último proyecto que entregamos y quiere cambios inmediatos. El jefe es un amargado.
Entonces sucede, vemos venir a lo lejos el autobús. Nos levantamos inmediatamente para comenzar el ritual diario de lucha entre felinos para ver quién marca antes su territorio, es decir, se sienta. Pero algo ha cambiado. El autobús es un enorme tiburón que quiere engullirnos tras sus puertas. Todas las personas de la parada están expectantes y de la incertidumbre de los primeros momentos se pasa a la alegría, risas, comentarios jocosos, jolgorio. Es un día diferente, la bronca del jefe dolerá menos, las bromas gustarán más.
Una historia similar debió pensar National Geographic cuando para promocionar su nuevo programa televisivo "Built for the kill" empapeló los autobuses con fotos de enormes de tiburones que “tragaban” a los viajeros cuando subían a él. Las puertas eran la boca del tiburón y cuando se abrían, también lo hacían sus enormes dientes creando una ilusión óptica de que un tiburón se estaba comiendo a todos los usuarios del servicio público de esta ciudad.
El objetivo era aumentar la audiencia del programa de la cadena que trataba sobre cómo estas bestias carnívoras tenían un instinto natural para matar a sus victimas. El encargado de realizar la campaña fue el creativo Alex Goad para la agencia Net Frontier Marketing.
Este tipo de publicidad genera bastante impacto y no requiere de un presupuesto muy alto. Además, ayuda a financiar los medios de transporte públicos.
Otros ejemplos de publicidad similar:
Ahora solo cabe esperar que no nos pillen las puertas.
Irene Mª Martínez Pérez







No hay comentarios:
Publicar un comentario